Las “4E” son las nuevas “4P“. Es como una evolución a lo pokémon. Eran buenas, pero ahora son mejores.
Me ha gustado mucho este cambio de perspectiva porque hace pensar de verdad en lo que, como consumidoras, necesitamos y vamos buscando. Tenerlas en mente hace reflexionar mucho sobre el modelo de negocio que se quiere implementar y en mi caso, con los libros, hace que me replantee el modelo tradicional desde cero.
En el curso me ponen este video explicativo sobre las “4E” de Judit Catalá:
Experiencia: la primera de las “4E” es la evolución de “Producto”
Lo que hemos buscado siempre es la felicidad, el disfrute y el sentirnos bien… Muchas veces lo hemos buscado en los productos que compramos, ¿no? Y en el caso de los libros es EL ejemplo por antonomasia. Las personas compran libros para vivir experiencias. El paso de producto a experiencia en el mundo editorial en realidad nunca ha existido. Siempre fue así. Lo que cambia ahora es que los agentes nos damos cuenta. Asumirlo para un plan de marketing es esencial. Necesario.
Los libros que pretendo editar serán experiencias por partida doble, ya que serán a la vez pequeñas obras de arte. Mostrarán ejemplos del buen hacer de artistas contemporáneos a la vez que reflexionarán sobre distintos temas del mundo occidental actual. La verdad es que estoy deseando diseñar proyectos que aporten al mundo. El arte y la literatura son pilares de la filosofía del ahora y será un placer trabajar sobre ello y sacar joyas en forma de libro a la luz.
Exchange (intercambio en inglés):
La evolución del precio. ¿No os parece una filosofía interesante? Ahora ya no se compra el producto sin más. Hoy en día las personas que adquieren una experiencia no solamente lo hacen pagando. Ahora hay partes gratis que la empresa ofrece a cambio de tiempo en su web, por ejemplo, o a cambio de datos… incluso subscripciones u otros acuerdos. Los productos cambian, y por eso también cambian los comportamientos de las personas que se interesan por ellos. En el caso de los libros, diréis que ¡los libros, libros son!, pero creo que se pueden hacer muchas variables que se pueden intercambiar. De momento, os pido mil consejos. ¿Qué haríais para favorecer un intercambio win win entre los consumidores de libros de arte y mi proyecto editorial?
Everywhere (omnipresencia en inglés):
Estar en todos lados. La distribución clásica, a pesar de ser vital en el caso librero, ya se ha quedado atrás. Vender online es importante y también lo es conectar con el público a través de las redes, el correo electrónico, los chats… e incluso offline, que parece que ya se nos olvida. Todo forma parte ya del proceso de venta. El trato con el público forma parte de la distribución del producto.
Intentaré estar en redes, chats, web y correos… e intentaré estar en librerías, galerías de arte, ferias de libros, ferias de arte y todo lo que se me ponga por delante. ¡Quiero que me tengáis hasta en la sopa!
La última de las 4E equivale a la Promoción y ahora se llama Evangelización.
Vaya nombre la verdad… muy católico. Lo veo muy ligado a lo anterior, de estar en todas partes. A lo que se refiere es a que el objetivo tiene que ser que las personas estén tan encantadas con tu marca que hablen de ella. Que sean profetas de tus productos y servicios. Una de las ideas que tengo es crear libros coleccionables. Si una persona empieza la colección, seguramente hable de ello. Se trata de enseñar arte contemporáneo a través de pequeños libros de muestra. No un evangelio… mejor que un evangelio.
Esta fue la última parte de las nomenclaturas en un plan de marketing. La evolución del marketing mix es muy interesante.