Mónica Mateos, periodista del diario La Jornada de México, Premio Nacional de Periodismo 2022 por trayectoria de 3 décadas en el periodismo cultural y Autora del libro “Mariposa Negra. Diagnóstico: tumor cerebral” (UANL, 2022) conoció a Luz Darriba hace más de 20 años.
Nos habla en esta entrevista de su primer encuentro y de sus percepciones acerca de la obra y carrera de la artista.
– ¿Cuándo conoció Mónica Mateos personalmente a Luz Darriba?
Conocí a Luz en 1999 en Venecia, en un hostal de monjas donde ambas nos hospedábamos. Por la noche las monjas cerraban y ya no dejaban entrar a nadie, y todas las inquilinas estábamos en un galerón, no había habitaciones. Luz era mi vecina de cama. Comenzamos a platicar porque ella estaba preocupada porque su hija no alcanzó a llegar a tiempo y se quedó fuera del hostal toda la noche. En la plática salió que ella era artista y yo periodista, compartimos nuestros contactos y luego de esa noche seguimos en contacto desde nuestros países hasta que en 2000 viajé a Lugo y Luz me hospedó en su casa un par de noches.
– Ya conocías su obra y trayectoria antes de conocerla personalmente?
No.
– Has seguido de cerca sus proyectos ya que has hecho bastantes
artículos en el periódico para el que trabajas. ¿Cuál ha sido el que más
te ha impactado?
Sin duda el proyecto que más impacto ha tenido es Cumulum, cuando cubrió con libros la muralla de Lugo.
– La obra de Luz Darriba, desde sus inicios, tiene una constante activista. La denuncia de injusticias, tanto sociales como políticas es un pilar fundamental en su carrera. ¿Consideras esta forma de denuncia eficaz y necesaria en nuestra sociedad? ¿Crees que el arte contemporáneo cala en el pensamiento crítico de las personas?
Por desgracia el arte contemporáneo con tintes sociales solo “cala” en las personas cuando sale de las galerías o de los circuitos donde solo acuden personas interesadas en el arte. No siempre ocurre. Por eso las piezas que Luz ha presentado en plazas, en la calle, donde cualquier persona se puede topar con ellas son tan relevantes y hemos tenido noticia de ellas desde Europa, porque ya son otros ojos quienes la miran y quienes intentan comprender sus motivaciones y no solo el público experto en exposiciones y muestras artísticas.
– Tú trabajas en el periódico mexicano “La Jornada”. Como periodista, habrás entrevistado a multitud de mujeres artistas. ¿Crees que hay algún factor común que une el arte creado por mujeres?
Quizá el factor común es que se está saliendo del anonimato, para ocupar espacios dominados por los hombres, como los museos grandes e importantes que recién están “descubriendo” que hay arte creado por mujeres que merece tener un espacio propio. Poco a poco vemos retrospectivas de artistas “redescubiertas”. Paradójicamente, entre las generaciones jóvenes el hilo conductor sería el querer quitar la etiqueta “femenino” a su quehacer artístico, es decir, no hay arte “femenino” o “hecho por mujeres”, el arte es arte y punto. El arte habla de violencia pero también de maternidad, de empoderamiento pero también de amor, y no importa si lo hace un hombre, una mujer o un artista no binario. El arte es un hecho que habla de humanismo. Por ahí es por dónde va el discurso creativo de las nuevas generaciones.
– De esas mujeres artistas que has entrevistado, ¿Cuáles juntarías con Luz para hacer, por ejemplo, una exposición conjunta?
Tomando en cuenta la idea anterior, creo que sería muy enriquecedor que Luz hiciera algo en conjunto con artistas indígenas latinoamericanas.
– ¿Consideras que hay un carácter común entre artistas de América latina?
Podría ser el hablar de los dolores sociales de una región que en lo económico no alcanza a despegar y que ahora padece los estragos de la migración forzada por la violencia y las crisis económicas, sobre todo en Centroamérica.
– La obra de Luz a partir del año 2000 es sobre todo de carácter efímero. Hay instalaciones, acciones… tienen un gran impacto en el momento de la acción. ¿Crees que este tipo de arte perdurará en el tiempo? ¿Cubrís muchas acciones de este tipo en el periódico? ¿Llaman más la atención que una exposición de arte tradicional?
Como dije al principio, creo que las instalaciones que suceden en lugares concurridos, fuera de las galerías, tienen un gran impacto en todo tipo de público, aunque sean efímeras. Hay maneras no de preservarlas en el tiempo, sino de documentar que ocurrieron, como lo hacía el artista Christo. Para La Jornada solemos cubrir todo tipo de actividades artísticas que si son de calidad, congruentes con la intención del artista, atraen a las personas.
– ¿Cómo Mónica Mateos describe a Luz Darriba?
Luz es solidaria, emprendedora y una artista sumamente comprometida con los suyos.
– Ahora descríbela en una sola palabra.
Vigorosa.
Muchas gracias Mónica Mateos